Capitulo 34.

-Venga, duérmete si? Necesitas descansar, mama empacara por ti-dijo tiernamente mientras me acariciaba el cabello.

Me dio un beso en los labios rápido & en cuanto iba a salir…

-Quédate-le pedí. El me sonrió amplia & dulcemente.

Se volvió hacia mí y se sentó a un lado de la cama.

Lo mire con desaprobación.

-¿Qué pasa?-pregunto riendo.

Lo mire ceñida & me voltie.

-Qué pasa?-volvió a repetir.

-Es obvio que no quiero que te sientes aquí, sino que te acuestes conmigo-volvió a sonreír.

-Mmm...Pero hay un problema con eso.

-¿Cual?-respondí con cara de enojada

Él se acercó a mí, al punto de que nuestros rostros estuvieran casi pegados.

- Te deseo demasiado.

Me ruboricé con eso.

Él comenzó a besarme apasionadamente, como nunca antes. Mis manos instintivamente se movieron a su cabello, donde lo acercaron a mí y lo despeinaron. Sus manos se colocaron en mi cintura, donde me presionaron contra él.

Estando entregados a la pasión, mi celular comenzó a sonar.

Se separó lentamente de mí, como si no quisiera hacerlo. Yo tampoco quería. Miré el identificador y era Sebas. Alex también lo vio, y miró con odio hacia el piso.

Yo casi rompo el celular, pero por un momento me alegré de que sea él. Cuando iba a atender, Alex se levantó y se fue de mi habitación. Lágrimas comenzaron a fluir por mi rostro.

Es nuestro último tiempo para estar juntos, y tenemos que terminar así. Odio la palabra terminar. No puedo terminar algo que nunca empezó, pero que igual lo siento como si hubiera sido desde hace años.