Capitulo 24. 2T♥

Seguido de esto Alex salio de la casa sin nada que decir y dando un portazo, esquivando los cuerpos de mis amigos atónitos.

«Tendrás que afrontar las consecuencias Valentina…»

Iba a salir en busca de Alex pero una mano en mi hombro me retuvo. Voltee con brusquedad y me encontré con la serena cara de Jonathan.

-Déjalo, tiene que pensar.-dijo como típico filósofo. Me reí mentalmente ante mi pensamiento. Podía haberme reído en voz alta pero este tema era serio.

Camine hacia mi cuarto con algunas lágrimas que no me dejaban ver por donde iba. Todavía no podía aceptar el hecho de que haya perdido mi valiosa virginidad con Kevin. ¿Por qué? Pensé que el era un chico diferente, pero como dicen uno siempre tiene un pensamiento erróneo. La pregunta era ¿Por qué había pensado así de el? No era una buena primera impresión haberlo conocido en un bar.

Me senté justo en la ventana, viendo como se posaba el atardecer. Las aves revoloteaban por doquier y el frío de la noche ya empezaba a sentirse.

Cerré mis ojos tratando de ordenar todos los pensamientos y sentimientos que estaban en mí ser. «Imposible»

Sentí un ruido atrás de mí e inmediatamente abrí los ojos, voltee rápidamente encontrándome con Alex, quien estaba acostado en la cama. «¿Qué hace aquí? »

-¿Qué haces aquí?-pregunte con voz quebrada, me enoje conmigo misma por no saber controlarla.

-Es mi cuarto, Valentina-respondió seco. Fue como una puñalada en mi estomago. Deseaba escuchar su dulce voz. Besarlo y todo lo que hacíamos antes. «¿Por qué no pensaste eso, antes de acostarte con Kevin? » dijo una voz en mi interior. «¡Cállate! »

-No me di cuenta-balbucee, mientras me paraba y me dirigía a la puerta, con alguna esperanza que Alex me llamara para que volviera de vuelta.

-No paso nada-susurro, tan bajo que creí que me lo imagine. Me voltee a encararlo y vi su cara, estaba demacrada.

-¿Qué?-.

-Entre Kevin y tu no paso nada-explico, aunque no muy bien ya que me enrede mucho mas. ¿No paso nada?

-No te entiendo-respondí sinceramente.

-Entre Kevin y tú no hubo sexo-respondió rápidamente.

-¿Cómo…

-El me dijo que era todo mentira, tu solo te dormiste y el no hizo nada.

-¿Qué le paso a tu rostro?-pregunte ignorando su comentario, pero sintiendo un gran alivio al escuchar sus palabras, al parecer el también lo sintió. Me senté a su lado y al parecer su cuerpo se relajo en ese instante.

-Nada, solo son rasguños-dijo encogiéndose los hombros.

El se paro listo para irse. Pero yo lo retuve.

-¿Estas bien?-pregunte con la preocupación invadiendo mi ser. Con timidez para una de mis manos por su cuello enredando mis dedos en su cabello.

El sonrío y me miro dulcemente. No entiendo como todavía puede quererme con lo que hice…

-Si…-susurro para luego besar dulcemente mi mejilla. Y no esperaba menos. La verdad esto todavía me parecía algo loco.

Salio de su habitación dejándome otra vez sola con tanto pensamiento que penetraban en mi.
Salí de su habitación y entre a la mía, tumbándome ya cansada en la cama.