Capitulo 27. 2T♥

-¿Estabas llorando?-Fue lo primero que pregunto Sebastian. Susej se paso la lengua por sus labios, claramente nerviosa. *Oh claro, le diré que estaba llorando, por no poder sacármelo de la cabeza* Pensó la chica.

-Cebollas-dijo ella con un deje de burla en su voz. El la miro como si estuviera loca. Ella se paso la mano por los ojos, limpiando las pequeñas lagrimas en ellos.

-¿Cebollas?-pregunto el. Ella sonrío un poco.

-Si, ya sabes, ese vegetal, que cuando lo picas te hace llorar, Cebollas-explico ella, como si estuviera explicándole a un chico de 5 años. Se cruzo de brazos. El puso los ojos en blanco, mientras la acorralaba contra la pared. Susej se puso nerviosa por primera vez en aquella noche. El solo se acerco a ella. Sebastian agarro un rebelde mechón de cabello de la chica y lo puso en su lugar.

-Solo vamos a estudiar, ¿bien?-susurro en el oído de la chica, quien trago saliva ruidosamente. Lo que hizo sonreír a Sebastian, sabiendo que la ponia nerviosa. Solo tenia que hacer bien su jugada, y todo saldría como el quería.

-¿Y que pensabas que haríamos, chiquito?-se atrevió a preguntar Susej. Con un tono de niña consentida. Mientras ponía su mano en su pecho, y con mínimos roces provocaba a aquel chico. Sonrío con suficiencia. Las mejillas de la chica estaban tan rojas como un tomate, pero eso no era obstáculo.

El se separo muy a su pesar, y se sentó en el sofá más cercano de aquella casa. Evitando cometer un inocente error. Se notaban las hormonas alborotadas a kilómetros de allí.

-Siéntate-ordeno Sebastian.

-No, tengo hambre-dijo Susej, cruzándose de brazos y haciendo un pequeño puchero. Una sonrisa fugaz salia de los labios de Sebastian. Por unos minutos medito lo idiota que se vería así. *Este sentimiento es una maldición*

-A veces puedes ser tan infantil…-susurro Sebastian. Lo que conllevo a una mirada fulminante de parte de Susej.

-Iré a comer-murmuro Susej entre dientes, por no mandarlo al mismísimo infierno en ese instante. Entro a la cocina y rebusco algo en la nevera, algo que ni ella sabia, ya que su mente vagaba por otro lado.

-¿Te ayudo?-pregunto Sebastian en su oído. Ella pego un leve brinco y pudo sentir la sonrisa de aquel chico. Se voltio a encararlo y noto que estaban muy cerca, demasiada tentación...

-¡Llegamos!-exclamaron unas personas, desde la sala. Sebastian y Susej se separaron rápidamente y trataron de calmar su acelerado pulso. Maldijeron mentalmente a quien interrumpió y trataron de actuar lo mas natural posible.

-Hey-dijo Susej. Miro aquella escena con recelo y confusión. Se encontraba su madre, abrazando a una chica, de su edad sin duda. La chica sin nombre al momento que fijo la vista en Sebastian no le quito el ojo de encima.

-Susej, ella es Marie. Vivirá con nosotros-exclamo la madre de Susej, muy alegre y desviando su vista hacia Sebastian. -¿Qué haces aquí, Sebastian?-pregunto ella con confusión.

-¡Mama! no…-Susej iba a decir algo pero la chica la interrumpió.

-Hola. Sebastian...lindo nombre-exclamo Marie, estrechando su mano con el chico. Sebastian, sabiendo lo celosa que era Susej, le beso la mano a Marie y acompañado con una sonrisa de oreja a oreja, como buen caballero. Lo que hizo que la chica, Marie; explotara de felicidad.

-No la quiero aquí-sentencio Susej, mientras le daba un empujón a la chica, la cual callo sentada en el mueble, y con algunas lagrimas en su rostro. Teresa-la mama de Susej-fulmino con la mirada a esta.