Capitulo 26.

-Ves? llegaste sana y salva-dijo ella con los ojos en blanco. No me habia dado cuenta de que ya estabamos en mi calle. Al frente de mi casa.

- ¬¬ Nos vemos en tu casa.-le dije bajandome del auto.

POV Sebastian

Fuimos con unos amigos al parque de la ciudad y nos sentamos en unos bancos. Comenzaron a molestarme, para variar.

-Oye, que linda paliza que te dio Alex eh...-dijo Albert, uno de mis amigos.

-Si, quedaste mal...- dijo Roger.

-Hey, hey, hey.-dije cortando las burlas.- Si me ven a mi mal, es porque no lo vieron a él.

-Y todo eso pasó por su hermana?-pregunto uno de ellos.

-Hablando de su hermana, sí que esta buena...-dijo Albert.

- Si, bastante.-intervino otro que no había hablado.

-Y ustedes no la vieron en pijama...-dije sonriendo.

-Para mi que tú tampoco la viste en pijama.

-Claro que la vi en pijama! Es mas, la besé estando en pijama.-le dije.

-No te creo.-dijo Roger.

-Además, si la besaste, ¿por qué sigue con ese Alex? ¿Ves? No pudiste con ella, admítelo.-dijo entre burlas Robert.

-Claro que pude con ella! Y podría de nuevo!-le dije.

-¿Apuestas?-preguntaron casi al unisono.

-Esta bien. ¿Qué apostamos?-dije retandolos.

-Tenes que conquistarla en dos semanas. - dijo Zac.

-Fácil. ¿Por cuanto?

-No lo sé, te parece...¿30 dólares?

-Trato hecho.-cerramos el acuerdo.

Bien, ahora tengo una excusa para continuar conquistándola. Pero, ¿qué digo? ¿Una excusa? Por favor, no necesito excusas para conquistarla. Su aparente “rechazo” me hace desearla cada vez mas.

No es que su rechazo fuera a durar mucho, pero mientras lo haga va a aumentar mis deseos por tenerla. Por que ella caiga a mis pies, como tantas otras. Además de que tengo ganas de ver a ese estúpido cara de barbie decepcionado porque su hermanita esta con otro. Si, en eso me tengo que concentrar.

Aunque a decir verdad, ella sí que es linda. Pero claro, he visto muchas chicas lindas en mi vida como para ponerme a pensar en ella.

A ver Sebastian! Primero lo primero! No me pienso rebajar a darle florecitas ni mucho menos como el cara de Barbie ese... Tengo que conquistarla con mi rebeldïa, estaba seguro de que eso lo amaba...

Tenía que ir a esa fiesta y comenzar allí, ni siquiera me importaba mucho que digamos esos 30 dólares, esa chica smplemente me volvía loco, aunque no quisiera admitirlo.

Pero.. Cómo iba a llegar a tiempo? Antes de que el cara de Barbie llegara y se quedara con Val?. El auto de Charlie! Oh no! Sujj se lo había llevado

Miré a todas partes, no me quedaba otra opción más que tomar prestado por unos minutos un auto.

Al otro lado de la calle había un auto, un Mercedes. No lo pensé dos veces y me aproximé hacia él.
Hasta tenía las llaves puestas en el contacto! Por Dios! Más fácil no me lo habían podido poner.

Reí con amargura y me monté en el auto, entrando por la ventana. Giré la llave y el motor arrancò con un leve rugido.

Conduje lo más rápido que pude, saltãndome una que otra señal de pare y algunos semáforos en rojo.

Llegué a casa de Sujj en menos de cinco minutos.

Habían pocas personas en la fiesta, pero ni un rastro de Val, mujeres! Tardan millones de horas en tan solo ponerse un vestido, pintar su cara, ponerse unos tacones y peinarse! Era algo estresante.

Pensándolo bien... No estaba vestido de una forma buena para una fiesta.

Subí las escaleras, colándome entre las chicas que me miraban babeadas, reí.

Entré al cuarto de Charlie y me asomé en su armario, a éste chico le encantaba vestirse como ancianito!

- Qué haces aquí?- preguntó Charlie a mis espaldas

- Busco ropa primito...- dije sin siquiera dirgirle una mirada

- Por si no te acordabas... Soy mayor que tú como para que me andes llamando ''primito''. Ahora hazte a un lado.

- No hasta que me prestes algo. Y por favor, que no sea de ancianito

- Muévete- dijo en un suspiro y me empujó

Urgó entre sus cosas mientras que yo miraba por la ventana.

- Ten esto- dijo Charlie y me tiró unas prendas

- Bien, ahora vete de aquí- dije en tono malicioso

- De nada- dijo sarcastico

Salió de la habitación, cerrando la puerta a su espalda y diciendo:

- Si le haces algo a mi habitación, considérate muerto

Al terminar de prepararme, me asomé por la ventana y ví a Val, saliendo de un auto con su hermanito.

Wo! Se veía... Increíble.

Bajé las escaleras y me apoyé en la pared con los brazos cruzados sobre el pecho. Miré a otro lado que no fuera la puerta.

Me encontré con la mirada de una chica sexy que me miraba. Se notaba fácilmente que era una de esas chicas descerebradas que solo se preocupan por verse bonitas.

Le sonreí y comencé a caminar hacia ella, ésa sería mi primera fase: los celos.

- Cómo te llamas?

Ella sonrió

- Elizabeth- respondió con la voz cargada de nerviosismo.

Miré en dirección a la puerta, Valentina estaba mirando en todas las direcciones, me estaba buscando. Sonreí con satisfacción.