Capitulo 21.

Pude escuchar las sirenas de la policía que de seguro estaban por pasar por la calle de enfrente, los 4 chicos arrancaron a correr, pude ver como desaparecían en la calle, las sirenas seguían escuchándose muy cerca pero no terminaba de ver a la patrulla pasar, fue entonces cuando vi la extraña figura de alguien venia hacia nosotras, tenía un objeto completamente lejano a mi conocimiento en sus manos, lo puso a un lado de los contenedores de basura y se aproximó, lo conocía de algún lugar pero de donde…

Claro, era Sebastián…

-¿Sebastián?-pregunte de lo más extrañada…

-Eemmm… si, me agradecerás luego que te haya salvado, ahora vamos las acompañare a donde vayan-me dijo con una intento de sonrisa, era tan odioso, pero no….tenía algo que llamaba mucho mi atención.

Le devolví la sonrisa y camine a su lado, le di la dirección de la casa de Sujj(no la sabia, por que cuando llego se quedo en un hotel), ya que era la única que estaba aun consiente de lo que hacía de las tres…

-Bueno gracias una vez más-le dije por décima vez. Este me miro decepcionado…

-Ustedes son unas inconscientes, sino hubiese sido por mí, estarían quien sabe dónde-me dijo furioso-Tu, aprende a marcar el número de emergencia más rápido-se dirigió a Abi esta vez, ella simplemente se rio creyendo que todo era un juego…-Deja esa estúpida risita para otro momento Abigail!-le grito furioso Sebastián, estaba casi que le pegaba. Esto si que no se lo permitiría… ¿quién se creía?

-Mira tu mejor cállate, no le hables de esa manera. Y para tu información estábamos muy bien, nos vamos solas desde aquí-le grite exasperada mientras tomaba de la mano a mis 2 amigas y me iba indignada…

Llegamos a Casa de Susej, y subimos a su cuarto. Nos arreglamos para dormir y arreglamos nuestras "camas"- colchonetas para ser mas exactos, al menos Abi y yo- y nos pusimos a reir y hablar por un rato más.

Las tres estábamos exhaustas y por eso no estuvimos hechando broma hasta tan tarde.

Intentaba dormir pero no podía, creo que tenía que ver con lo cansada que estaba. Estaba un poco adormilada y a punto de quedarme dormida, cuando ví una sombra pasar a mi lado, creo que estaba un tanto... paranóica con el incidente de hace rato, entreabrí mis ojos y miré a hurtadillas por mis pestañas, para encontrarme con el gran patán de Sebastian, quien tenía su mirada fija en mí

Abri los ojos de golpe y me levante en un solo movimiento. Me acerque a el.

-Que rayos haces aquí?-pregunte bajito, pero con tono exigente.

-Tres chiquillas no pueden cuidarse solas, y yo no tengo sueño, asi que decidi ser su niñero un rato-dijo con tono amargo.

-Eres un…orgulloso.

-Tal vez lo sea, pero tu eres una niña malcriada y chillona.

Le tome la mano y lo lleve hasta la cocina, para que nadie pudiera oírme.

-Eres un…pedazo de niño creido! Crees que con eso te ves muy hombre o que? Eres un tarado! Que tal si das media vuelta y te vas a dormir?-pregunte.

-O que tal si tu admites de una vez que estas loquita por mi?- dijo con una ceja alzada.

Lo estaba? Bueno…El me tiene deslumbrada desde la primera vez que nos vimos...pero no! Era un niño creido! Yo quiero a Alex, no a Sebas! Genial, le invente un sobrenombre! -pense angustiada.

Aparte de que acabo de conocerlo.

-Yo enamorada de ti?-pregunte con una risa amarga y nerviosa.

-Admitelo-dijo y dio un paso al frente- podre ser creido, pero te salve la vida, y aparte de eso, mueres por mi.

Se fue acercando mas y mas con cada palabra que decía. Su voz se oia hermosa, como la de un profecional locutor de radio, aun mejor

-Ya para-le susurre.

-Eso quieres?-Me pego contra la pared-No

Estaba a punto de besarlo, pero alguien carraspeo a mi lado.

-Que sucede aquí?-pregunto Abi.