Como si todo el mundo estuviera aguardando la respiración, y se fuera congelado aquel momento; el ambiente estaba en una total serenidad. Serenidad de silencio, no de sentimientos; ya que cada uno estaba confusos en su interior con que sentimiento deberían tener ahora.
Valen se deslizo lentamente por la pared, hasta sentarse en el piso, con lagrimas mudas que caían a sus mejillas, y sollozos que salían desesperadamente de sus labios.
-Fue mi culpa-fue lo primero que dijo con voz entrecortada, mientras se tapaba la cara cos ambas manos. Estaba tan molesta con ella misma, no pudo hacer nada. Alex se arrodillo a su lado, con los ojos vidriosos y la miro con algo de dureza. Ella levanto su rostro.
-No-le dijo secándole las lagrimas-No fue tu culpa, mi amor…
-Si lo fue-dijo Sebastian, mirando al suelo; pero con una voz dura. Cuatro pares de ojos se posaron en el; furiosos sin duda.
Alex fue el primero en hablar-¿Qué diablos haces, idiota? No es culpa de Valen, es culpa tuya por no ser lo suficientemente rápido-le dijo en voz alta, los suficiente para que Valen empezara a llorar mas fuerte. El se paro de su lado-¿No amaste lo suficiente a Susej, como para dar tu vida por ella?-lo empujo y poco y todos vieron el odio en sus ojos-Creo que todos agradeceríamos que te perdieras un tiempo de acá-termino, alzando los brazos hacia sus amigos.
-Tienes razón, tal vez debí entregar a Valentina, para tener a Susej a mi lado-le grito Sebastian, con el alma destrozada por más que las palabras de Alex. El no lo sabía. No sabía que era perder a alguien especial.
